(…)
Quiero ver todo lo que va a venir
No quiero mi merecido puesto en el desfile
ni en el banquete
ni en el jardín
(perdón, ya no hay jardines
los jardines son ontológicamente imposibles)
Quiero estar en la calle
dentro del laberinto
amaestrando al hambre y a la angustia
sin ovillo de hilo y con los ojos abiertos
Ya no hay tiempo
Por primera vez en la historia
se ha terminado el tiempo
(de educar a los hijos
mejorar las ciudades
regalar un dedalico de amor a quienes sufren)
pero yo necesito ver lo que vendrá
después del tiempo.
….
He
vivido
en
la
superficie
de
las
cosas.
Mas viví también por fortuna
en las palabras. Ellas iban
incorporándome a la lentitud
penetrando las estaciones de mi piel
dilatando la malla amarga de los días
rastreando el frío y el calor en los seres
zambulléndose en el amor hasta salir al tedio
en el tedio hasta dar en la esperanza
en la esperanza hasta emerger en el asombro
sin yo quererlo o porque lo quería.
Las palabras
maravillosamente
incapaces de compromiso.
No soy un juglar de la descomposición. Acaso
amo sobre todas las cosas
el lugar del canto del pinzón
la aérea ebriedad de las mimosas
y el minuto con memoria del beso de los amantes.
Pero hay que ir hasta el fondo
correr el riesgo
de abrasarse en la resistencia de las cosas
para sacar acaso la cabeza
al otro lado del espejo
o en el frescor de un nuevo meridiano.
Mas viví también por fortuna
en las palabras. Ellas iban
incorporándome a la lentitud
penetrando las estaciones de mi piel
dilatando la malla amarga de los días
rastreando el frío y el calor en los seres
zambulléndose en el amor hasta salir al tedio
en el tedio hasta dar en la esperanza
en la esperanza hasta emerger en el asombro
sin yo quererlo o porque lo quería.
Las palabras
maravillosamente
incapaces de compromiso.
No soy un juglar de la descomposición. Acaso
amo sobre todas las cosas
el lugar del canto del pinzón
la aérea ebriedad de las mimosas
y el minuto con memoria del beso de los amantes.
Pero hay que ir hasta el fondo
correr el riesgo
de abrasarse en la resistencia de las cosas
para sacar acaso la cabeza
al otro lado del espejo
o en el frescor de un nuevo meridiano.
….
Y
te digo una cosa más: donde encuentres la raíz de una
verdad
aférrate a ella
porque se trata del más infrecuente y valioso
de todos los tesoros.
Y donde encuentres la raíz de una verdad
no temas soltarla
porque, como cualquier tesoro, la perderás
si te empecinas en aferrarte a ella.
aférrate a ella
porque se trata del más infrecuente y valioso
de todos los tesoros.
Y donde encuentres la raíz de una verdad
no temas soltarla
porque, como cualquier tesoro, la perderás
si te empecinas en aferrarte a ella.
Poemas de JORGE RIECHMANN