"Pintar como los pintores del Renacimiento, me llevó unos años, pintar como los niños me llevó toda la vida"
Este lienzo, un grito de horror y pasión que Picasso plasma en óleo sobre una tela de 349,3x776,6cm en 1937, es reinterpretada por los niños de la Escuela La Inmaculada en el barrio de La Prusia, ciudad de Granada, Nicaragua, en Junio de 2010 (dimensiones aprox. 105x297cm).
Lizzie (estudiante de Literatura ) y Javi (fotógrafo), ambos voluntarios de ACE, dividieron el lienzo de Picasso en 50 DIN A-4 vacios de color que repartieron entre los niños de la escuela en sus clases de Arte. Los niños desconocían el cuadro original y, más aún, al autor del mismo.
Pese a las dramáticas imágenes que alguno de los "pedazos" reproducían, los niños de La Prusia llenaron de color cada rincón del papel.
Pese a las duras condiciones de vida en este barrio estos niños llenan de color cada pedazo de su día.
Los niños de La Prusia no lloran.
La vida es "hoy" para ellos: no conocen el número y el nombre de los días de la semana, ni de los meses, su año se divide en dos estaciones (no saben cuando empiezan y cuando acaban...la llegada de las lluvias les indica el cambio de estación) y la mayoría no saben leer la hora en los relojes (apenas saben leer y escribir!)...por qué habría de preocuparles "mañana"?
El día y el mundo que los rodea está lleno de colores.
"Yo no evoluciono, yo soy. En el arte, no hay ni pasado, ni futuro. El arte que no está en el presente no será jamás." Pablo Picasso
Esta entrada pretende ser un sencillo homenaje a los 15 días que Lizzie y Javi (el Bro) dedicaron con todo su estusiasmo a las clases de Arte y Educación Física de la escuela la Inmaculada...lástima que este hermoso trabajo haya quedado relegado a un "tablón de miradas que no se ve" en un aula sin uso...ojalá que el tiempo (y algún profesor con algo de sensibilidad) saquen al "aire" este Guernica lleno de vida.
Pero sobre todo es mi manera de expresar mi admiración y mi enorme cariño a todos los niños de La Prusia que me regalaron sus sonrisas y me devolvieron la mía.