25 de junio de 2015

Bureo Skateboards...

The team behind Bureo skateboards is working with fishing communities to upcycle discarded nets.


Bureo designs and manufactures a unique line of sustainable skateboards. Bureo’s innovative boards are manufactured in Chile through the team’s initiative, ‘Net Positiva’, Chile’s first ever fishnet collection & recycling program. Net Positiva provides fisherman with environmentally sound disposal points, while Bureo receives highly recyclable and durable raw materials. By offering recycled high quality products, Bureo enables ethically conscious consumers to support recycling development and job growth for local inhabitants.
The name ‘Bureo’ comes from the language of the Mapuche, the native Chileans, and means ´the waves’. Selected in honor of the Chilean people, the name represents our mission. Just as a wave originates from a disturbance of wind along the ocean surface, Bureo is starting with a small change in an ocean of plastic. Through time and energy, the waves of Bureo will develop the force required to cause real change.
Bureo is now looking to extend Net Positiva to fishing communities around the world, which will broaden the reach of its wave of positive change.






10 de junio de 2015

Hablar...

UN EXPERIMENTO CINEMATOGRÁFICO...

Hace cuatro años, Joaquín Oristrell y Cristina Rota tuvieron una idea. Estaban impartiendo un seminario de improvisación y su imaginación voló hacia un proyecto arriesgado y poético. Se les ocurrió que grabarían una película en un solo plano sin interrupciones, una gran coreografía de actuaciones en busca de la calidad artística y de la metáfora. El proyecto acaba de materializarse en el largometraje Hablar, un baile de historias interconectadas que suceden a lo largo de más de un kilómetro del barrio madrileño de Lavapiés. «El reto era hacerlo en un plano. No sentíamos la presión de que llegara a las pantallas. Lo importante era experimentar, vivir ese trabajo». Finalmente, el resultado ha conseguido la calidad y el interés suficientes como para ser compartido con el público en la pantalla grande.

La norma única, el gran mandamiento en el que se basó el rodaje fue «no cortar en ningún momento», pasara lo que pasara. Esa fue la máxima que tuvo que seguir tanto el equipo artístico como el técnico. Al grabar en la calle, rodeados de transeúntes, tuvieron que improvisar a cada minuto, según avanzaba el plano. Hubo que resolver problemas técnicos de cámara y sonido. De ello se ocupó el ayudante de dirección Javier Soto junto a diez voluntarios. 
Ese verbo, «hablar», es el verdadero protagonista de la película. En ella vemos cómo hablando se puede convencer, ordenar, protestar, defender… Las palabras y su poder para variar las situaciones son las que van conformando las historias. «Hablar nos convierte en seres humanos. Es lo que hacemos todas las personas que nos dedicamos al espectáculo, la cultura o la comunicación», reflexiona Oristrell. Y añade: «Señalamos la injusticia con palabras, amamos con palabras.¿Qué sería de nuestro trabajo sin el verbo hablar? ¿Qué sería de nuestra especie? Cuando las personas dejan de hablar empiezan los conflictos».

EL ARTÍCULO COMPLETO EN  YOROKOBU

9 de junio de 2015

Alarma en el ciberespacio!

Velocidad e Información. 
Alarma en el ciberespacio!
Paul Virilio, 1995


[...]
Hay tres barreras físicas establecidas: el sonido, el calor y la luz. Las dos primeras ya han sido superadas. La barrera del sonido ha sido barrida por el super e hipersónico avión, mientras la barrera del calor es penetrada por el cohete que saca a seres humanos fuera de la órbita de la Tierra para aterrizar en la Luna. Pero la tercera barrera, la de la luz, no es algo que se pueda traspasar: te estrellas contra ella. Es precisamente esta barrera del tiempo la que confronta la historia en el día de hoy. Haber alcanzado la barrera de la luz, haber alcanzado la velocidad de la luz, es un hecho histórico que deja la historia en desorden y confunde la relación del ser viviente con el mundo. El sistema político que no hace esto explícito desinforma y engaña a sus ciudadanos. Tenemos que reconocer aquí un cambio principal que afecta a la geopolítica, geoestrategia, pero también por supuesto a la democracia, puesto que ésta última es tan dependiente de un lugar concreto, la ciudad. 

[...]. El gran evento que amenaza el siglo XXI en conexión con esta velocidad absoluta es la invención de una perspectiva de tiempo real, que suplantará a la perspectiva del espacio real que fue inventada por los artistas italianos del Quattrocento. Todavía no ha sido suficientemente enfatizada con cuanta profundidad, la ciudad, la política, la guerra y la economía del mundo medieval fueron revolucionadas por la invención de la perspectiva. 

El ciberespacio es una nueva forma de perspectiva. No coincide con la perspectiva audiovisual que ya conocemos, es una perspectiva completamente nueva, libre de cualquier referencia previa: es una perspectiva táctil
Ver a distancia, oír a distancia: esa era la esencia de la antigua perspectiva audiovisual. Pero tocar a distancia, sentir a distancia, esto equivale un cambio de perspectiva hacia un dominio que todavía no se abarca: el del contacto, el contacto a distancia, el telecontacto

Junto al levantamiento de las superautopistas estamos enfrentándonos a un nuevo fenómeno: la pérdida de orientación. Una pérdida de la orientación fundamental que complementa y concluye la liberación social y la realización de los mercados financieros cuyos nefastos efectos son bien conocidos. Se está haciendo una duplicación de realidad sensible en realidad y virtualidad. Amenaza una estereo-realidad de géneros. Una pérdida total de los comportamientos del individuo que amenaza con ser abundante. Existir es existir - in situ -, aquí y ahora, - hic et nunc -. Esto es precisamente lo que se está viendo amenazado por el ciberespacio y lo instantáneo, la información globalizada fluye, lo que hay delante es una distorsión de la realidad; es un shock, una conmoción mental, y este resultado debería interesarnos. ¿Por qué?: Porque nunca ningún progreso en una técnica ha sido llevado a cabo sin acercarte a sus aspectos negativos específicos. El aspecto negativo de estas autopistas de la información es precisamente esa pérdida de la orientación en lo que se refiere en la alteridad (el otro); es la perturbación en la relación con el otro y con el mundo

 [...]. La palabra globalización es una farsa. No hay globalización, sólo hay virtualización. Lo que está siendo efectivamente globalizado es el tiempo. Ahora todo sucede dentro de la perspectiva del tiempo real: de hoy en adelante estamos pensados para vivir en un sistema de tiempo único(1). Por primera vez la historia va a revelarse dentro de un sistema de tiempo único: el tiempo global. Hasta ahora la historia ha tenido lugar dentro de tiempos locales, estructuras locales, regiones y naciones. Pero ahora, en cierto modo, la globalización y la virtualización están inaugurando un tiempo universal que prefigura una nueva forma de tiranía. Si la historia es tan rica, es debido a que era local, fue gracias a la existencia de tiempos limitados espacialmente que no hicieron caso a algo que hasta ahora sólo ha ocurrido en la astronomía, el tiempo universal. Pero en un futuro muy cercano, nuestra historia sucederá únicamente en tiempo universal, es, en sí mismo el resultado de la instantaneidad. De este modo vemos por un lado al tiempo real sustituyendo al espacio real. Un fenómeno que está haciendo de ambas distancias y superficies algo irrelevante en favor del "time-span" (tiempo de duración), y un extremadamente corto tiempo de duración en esto. Por otro lado tenemos el tiempo global, perteneciente al multimedia, al ciberespacio, increíblemente dominando la estructura del tiempo local de nuestras ciudades, nuestras vecindades. Tanto que hay un debate para sustituir el término "global" por "glocal", una concatenación de las palabras local y global. Esto surge de la idea de que lo local ha llegado, por definición, a ser global y lo global, a ser local. Tal deconstrucción de la relación con el mundo no está desprovista de consecuencias en la relación entre los propios ciudadanos, nada se obtiene sin que se tenga también algo que perder. Lo que se ganará de la información y la comunicación electrónica necesariamente provocará una pérdida en alguna otra cosa. Si no somos conscientes de esa pérdida y no la tenemos en cuenta, lo que ganemos carecerá de valor. [...]. Pero hasta ahora la ingeniería de control del tráfico en las autopistas de la información brilla por su ausencia. Hallamos aquí otro punto importante: que ninguna información existe sin desinformación, y ahora un nuevo tipo de desinformación está poniéndose a la cabeza y es totalmente distinta a la censura voluntaria. Tiene que ver con cierto tipo de obstrucción de los sentidos, una pérdida de control sobre la razón de los géneros. Aquí yace un nuevo y mayor riesgo para la humanidad procedente de la multimedia y los ordenadores. Albert Einstein ya lo había profetizado en la década de los cincuenta, cuando habló sobre la "segunda bomba". La bomba electrónica, después de la atómica. Una bomba por la cual la integración del tiempo real será a la información lo que la radioactividad es a la energía: La desintegración no afectará solamente a las partículas de materia sino también a la gente que compone nuestras sociedades. 

[...]. Uno podría suponer que del mismo modo que el surgimiento de la bomba atómica provocó la rápida elaboración de una política de disuasión adaptada al s. XXI, ésta podría ser una forma de disuasión para contrarrestar el daño causado por la explosión de información ilimitada. Éste será el mayor accidente del futuro, el que viene detrás de la sucesión de accidentes que fue específica de la era industrial. (Así mientras barcos, trenes, aviones o plantas nucleares fueron inventadas, naufragios, descarrilamientos, accidentes de aviación y el desastre de Chernobyl también fueron inventados al mismo tiempo...) Después de la globalización de las comunicaciones se debería esperar un tipo generalizado de accidente, sería algo como lo que Epicuro llamó el "accidente de accidentes" (y Saddam Husseim seguramente llamaría la "madre de todos los accidentes").[...]. Nadie ha visto este accidente generalizado todavía. Pero vigila si oyes hablar sobre la "burbuja financiera en la economía": una metáfora muy significativa es utilizada aquí y hace aparecer visiones de algún tipo de nube recordándonos algunas otras nubes tan espantosas como las de Chernobyl...Cuando uno se cuestiona sobre los riesgos de accidentes en las autopistas de la información la finalidad no es la información en sí misma sino la absoluta velocidad de los datos electrónicos. El problema aquí es la interactividad. La ciencia de los ordenadores no es el problema, sino la comunicación por ordenadores, o más bien el (todavía no completamente conocido) potencial de la comunicación por ordenadores. [...] ¿cómo no alarmarse?. ¿Cómo no ver las outlines de la cibernética convertidas en una política social? El narcocapitalismo del wired world, el poder sugestivo de las tecnologías virtuales no tiene paralelo.[...].

[...]. Algo está flotando entre nosotros que parece un "ciberculto". Debemos saber que las nuevas tecnologías de conocimiento sólo promoverían la democracia si, y solamente si, nos oponemos desde el principio a la caricatura de la sociedad global que es tramada para nosotros desde las grandes empresas multinacionales lanzándose a sí mismas, en una marcha peligrosa, a las autopistas de la información.



Este artículo apareció en "Le monde diplomatique" en Agosto de 1995
1. "Le temps unique", en francés. Esta es una referencia a la ahora casi paradigmática editorial "La pensée unique" de Ignacio Ramonet, en Le Monde Diplomatique, Enero de 1995.